junio 26, 2025

Diego San Román: Confirmación en Las Ventas

📍🇪🇸  Madrid, España

Diego San Román confirmó su alternativa en la decimoquinta corrida de la Feria de San Isidro en la Plaza de Las Ventas de Madrid. La ceremonia de confirmación se realizó con Curro Díaz como padrino y Román como testigo. El toro de la confirmación fue “Infortunado”, marcado con el número 27, de capa negro listón y 590 kilos de peso.
La corrida de Fuente Ymbro en general fue descrita como exigente, dura, con más complicaciones que virtudes, y que no regaló nada. La mayoría de los toros no tuvieron fondo y resultaron deslucidos. Sólo el quinto (“Comisario”) y el sexto (“Judío”) mostraron características destacables.

Con su primer toro, “Infortunado”, San Román mostró disposición y un buen concepto. Inició la faena de muleta de rodillas en los medios con un pase cambiado por la espalda, pero tuvo que levantarse rápidamente debido a la fuerte embestida del toro. El toro fue descrito como bronco, reacio y con poca clase, que tendía a irse a tablas. San Román estuvo muy firme y de verdad a pesar de las dificultades. El público reconoció su firmeza, paciencia y claridad de ideas. Finalizó la faena metiéndose entre los pitones, mostrando que estuvo por encima de su oponente. Mató de una estocada meritoria cerca de las tablas. El resultado fue Ovación tras aviso, o saludos tras ovación.

El sexto toro, de nombre “Judío”, fue castaño y brindado al ganadero Pepe Marrón. Este toro fue muy complicado, difícil, muy exigente, peligroso, áspero y con mucha transmisión. San Román lo recibió con chicuelinas y lo llevó a los medios. El tercio de varas fue complicado para el picador. Ante este toro, San Román sacó a relucir su arrojo, mucho valor, determinación y firmeza incuestionable. Basó gran parte de su faena al natural, plantándose decidido “a cara o cruz”. Toreó genuflexo para sacar al toro de tablas. A pesar de que el toro protestaba, se quedaba corto o miraba, el mexicano insistió. Logró robar muletazos de una autenticidad tremenda, manteniendo los pies anclados y la mano baja. Los ayudados de rodillas al final de la faena tuvieron aroma de toreo antiguo. La gente sufrió a la par que disfrutaba su arrojo, y el público se entregó a su exposición. Aunque el resultado numérico favoreció a Román (quien cortó una oreja al excelente quinto, “Comisario”), la impronta que dejó San Román, lidiando el toro que “quería quitarlo de torero”, tuvo la frescura de lo nuevo. Mató de tres cuartos de estocada delantera. El resultado fue Palmas tras aviso, Ovación tras aviso, u Ovación con saludos. El toro también fue ovacionado en el arrastre.

En conjunto, la actuación de Diego San Román en su confirmación fue vista como una declaración de intenciones, mostrando que “vino a quedarse”. No se midió tanto en trofeos como en el respeto ganado. Puso la nota más firme, vertical y seria de la tarde. Dejó claro que tiene ambición para ser figura del toreo y mostró credenciales para estar en más plazas de España, destacando su valor indómito como base de su toreo. Su valor fue descrito como desnudo y salvaje, y sin alarde. Se ganó a Las Ventas sin cortar oreja, dejando el eco de los toreros que tienen autenticidad. Es considerado una nueva esperanza para el toreo mexicano. San Román dejó detalles a tener en cuenta para sus próximos compromisos. Regresa a España con mucha ilusión y madurez, buscando consolidarse en Madrid.

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